Tomás Vaca Dávila
02/Junio/2018
Discurso
Tomás Vaca Dávila
Presentación “PRADO”
Buenas noches.
A mí me ha tocado el honor de cerrar este acto. Después de tantas emociones como hemos vivido hasta ahora, no me va a resultar fácil estar a la altura de los demás, aún así y por expreso deseo del autor, me encuentro ante ustedes con el firme propósito de intentarlo.
Hablar de la obra que nos ha reunido aquí esta noche, ya lo han hecho de forma brillante mis compañeros, tan solo apostillar que escribes muy bien y que eres capaz de conseguir captar la atención del lector dese las primeras páginas, lo cual de dan un valor enorme al conjunto de la novela.
Me van a permitir que dedique este tiempo que ha tenido a bien Juan Carlos ofrecerme para hablar un poco de su vida. Nos conocemos desde hace mucho tiempo, desde los primeros años de la escuela, crecimos juntos arropados por la inmensa suerte de vivir en una época en la que la imaginación era el juguete mas moderno que había. La calle un infinito campo de juegos, siempre llena de niños, de gritos, de carreras y de vida. El pañuelo, la billarda, el salto a la comba, el tintirinete, el escondite, el trompo, las bolas… ¡que tiempos aquellos! Recuerdo a nuestros profesores tratando de inculcar el saber en nuestras mentes y algún que otro castigo. El puntero de don Juan Antonio (botas lindas) que desde su mesa alcanzaba distancias inverosímiles, el anillo mágico de don Antonio capaz de prever el tiempo, la perseverancia de Cabanillas, los berrinches de doña Mercedes… las interminables tardes de Mayo con su mes de María y la ofrenda de flores, los festivales de Navidad. Era la vida de unos niños criados en las postrimerías de la dictadura que conocieron el pan con aceite y azúcar, la leche en polvo, la del plan Marshall que vino a suplir las carencias alimenticias de los niños de la España de la década de los sesenta ¡Cuantas vivencias amigo mío!
Si darnos cuenta llegó el gran salto y pasamos al instituto del tirón. Aquello sí que fue un cambio. Un cambio de profesores, de clases, de la forma de estudiar… Nos veíamos tan perdidos rodeados de esos mayores que estaban por todos lados. Cada uno a su manera intentó acoplarse lo mejor que pudo y supo. A ti canalla no te fue difícil, siempre tuviste don de gentes. Cada día durante cuatro años, los que transcurrieron desde primero de BUP hasta COU Juan Carlos y yo fuimos juntos al instituto. A fuerza de necesidad aprendí que tres pasos de un bajito equivalen a una zancada de un tío alto. Aún hoy recuerdo aquella manera de caminar, deprisa, detrás de él, como si fuéramos a llegar tarde a clase.
Fue a partir de esos momentos, si la memoria no me falla, cuando formamos un grupo de amigos que aún hoy perdura de una manera pura y sencilla, lamentablemente uno de nosotros ya no está, nuestro amigo Joaquín (el jefe) un gran tipo y mejor persona, sirvan estas palabras para rendirle nuestro mas sincero homenaje porque entre ellas también vive él. De los demás amigos que decir, cada uno distinto, cada uno especial, pero siempre amigos. Os vemos casi todos los años. Algunos como Juan Carlos, Enrique, Jose Antonio… se abrieron camino lejos del pueblo que los vio nacer, otros como Julio y yo nos quedamos y hemos hecho aquí nuestras vidas.
Recuerdo nuestros primeros guateques, los bailes agarraos, los Beatles de aquellas navidades, los primeros enamoramientos, las primeras decepciones, pero fuera como fuera siempre en pandilla. Hubo noviazgos serios, tan serios que aun perduran en la actualidad. ¡Que tiempos más bellos!
Seguimos creciendo en experiencia y nos llegó el momento de elegir un rumbo y eso supuso irremediablemente la despedida del mundo tal y como lo habíamos conocido. Cada uno tiró para un lado, luego vino la mili y el resto de una vida plena hasta nuestros días que cada uno vivió a su manera con mayor o menor acierto.
Durante todos estos años no hemos dejado de saludarnos, de interesarnos por la vida y hechos de los demás componentes de la pandilla y siempre que se ha podido, hemos celebrado el reencuentro con alguna tertulia y no pocas cervezas.
Esta historia que les he contado continúa hoy aquí y ahora, en la que gracias a mi amigo Juan Carlos he podido compartir un poco de lo que fue y siempre quedará en nuestro mundo. Que fuese a escribir una novela me cogió por sorpresa, sabía de sus dotes y habilidad con la pluma pero no me esperaba algo así y de hecho aquí nos vemos en la presentación de “Prado” su primera novela y que presumo no será la última. Te deseo de todo corazón que llegues con ella y con las que vengan lo mas lejos posible y te consolides como un gran escritor, por lo menos que llegues a ser tan grande, como lo son tu carisma y tu corazón.
Se suele decir que detrás de un gran hombre hay siempre una gran mujer, en este caso no detrás si no al lado, caminando juntos y arropados por una gran familia que sin duda estarán contigo en todo lo bueno que esté por venir.
Gracias por esta oportunidad que me has brindado y poder vivir con vosotros un momento tan especial.
Ya para terminar, como soy un humilde poeta, he compuesto para la ocasión unos versos que espero sean de tu agrado y que te ofrezco desde mi admiración y el cariño que te profeso. De nuevo gracias por haber contado conmigo y por haberme enseñado tantas cosas en esta vida. ¡Ah, que cabeza la mía! Olvidaba decirles lo mas importante, ¡encima del Atleti!
Va por ti, amigo
Tomi